Pero, El Dorado no fue el sólo míto del nuevo mundo. Ponce de León creyó en la existencia de una fuente de la juventud. Entonces fue con una companía de soldados y conquistadores al territorio sureste de norteámerica. Hoy en día este territorio se llama Florída. Ponce de León había oído de la historia de una cíudad donde ninguna persona avanzaba en edad. Éste le interesaba mucho a él y no es muy dificil para comprender su razonamiento: en una tierra nueva con imperios grandes, comida diferente, y animales desconocidos, quizás habría una fuente de la juventud.
En su búsqueda para la cíudad infamosa, Ponce de León y su companía perdieron muchos soldados. ¿Su expedición mereció la pena? En mi opinión, la respuesta es sí. Es la verdad que Ponce de León nunca encontró a su fantasía. Pero, sus adventuras han proporcionado inspiración a todos los exploradores del hoy. Si podría ir al pasado, quísiera ir con mi explorador favorito, Juán Ponce de León.